● Al fin de cuentas, que venimos siendo La madrugada está más fría que de costumbre y no he podido dormir. En estos días estuve de testigo mudo en unos asuntos del Paparote del Ramiro, y esa faena me ha dejado un par de billeticos morados; con ellos he tenido suficiente para comprar una buena ración de porritos y si no fuera por estos, ni aguantar podría este cambuche de plástico, cartón y papel periódico. Como es domingo, la gente que trabaja fuera de la ciudad escasea en el andén; no hay buses blancos, de los mismos que maneja el Ingeniero —otro Paparote—. No está el que despincha bicicletas, no hay Paolas, es decir, no hay tinto, no hay bulla bajo el puente y, como está provista mi necesidad de echar humo, pues no tengo que ir a buscar restos de cigarrillos regalados. He decidido entonces, escribir la siguiente historia. No meto la mano al fuego por lo que he de escribir, no le sostendré a nadie lo que en...
● Se busca por un buñuelo He solicitado un café con leche y un buñuelo, y me he puesto a perder mi tiempo con los ojos puestos en el celular, mientras Rosita me trae mi pedido. Aunque el tiempo es una constante para todos los que hacemos lo mismo, me refiero a perder el tiempo debido a este bendito aparato del demonio, ya que este se ralentiza inevitable. No me he percatado de que la «señorita» que atiende el negocio se ha tardado más de media hora en regresar y no me ha traído mi café con su buñuelo. No tengo prisa y como me gusta tanto mi mesera favorita, no me importa lo que tarde. Por favor, no se lo tomen a mal, se los ruego, pues ese interés es sincero y sin mala intención. Ese tiempo mis ojos la han pasado entre ver la pantalla del teléfono y las caderas de Rosita cada vez que pasan junto a la mesa en la que esto...
Dibujo de Sofia Alejandra Zàrate, nieta del autor Porqué no leer a Julio Verne A propósito de, De la Tierra a la Luna P orque después de leer a Julio Verne, puede que quieras llegar a ser un Michel Ardan, ya que pensando en ese francés atrevido se te ocurra querer ser un astronauta o cuando menos quieras estudiar Astronomía; porque si descubres en tu interior y en sus páginas a un tal Ympey Barbicane , a lo mejor se te meta la espinita de la ingeniería aeroespacial en la sangre; si de pronto lees que un tal J. T. Maston era un mecánico excepcional, con ello es probable que se te dé por estudiar de pronto Mecatrónica; si lees que el tal Capitán Nicholl, que era un constructor de corazas y escudos para barcos de guerra y que supo deponer su orgullo ante la potencia de la ciencia, es muy probable que tú te sumerjas en las profundidades de la propulsión atómica y si con todo lo anterior escrito, no te persuado de no leer este libro o cualesquiera otro de ...
Fiel Preguntas si te soy fiel Y te respondo que no Me preguntas que porque Te digo Mi corazón no conoce su significado Mi piel no pide más Mi alma está satisfecha Fiel? suena a cadena que rechina Tras de una mentira Cadena que oprime a quien la porta No da seguridad a quien la pone. Te amo lo sabes, lo sientes y Me vives No te pido fidelidad Solo ámame, con ello sabré Que estoy en ti Que yo hace tiempo me Perdí en ti. jaz 12-10-2016 http://hablemosinpena.blogspot.com.co/
Inteligencias artificiales El asesino Por Stephen King Un cuento premonitorio que nos pone a pensar. Una predicción que nos acerca demasiado a lo que presumimos como algo lejano, adosado por la dejadez intelectual de la sociedad de hoy. Pensar se ha vuelto algo pasado de moda, tener un espíritu crítico se ha convertido en una amenaza, ya no para el estado, que feliz gobierna sin una oposición inteligente, sino más bien para toda la sociedad en su conjunto. Las llamadas inteligencias artificiales son el preludio definitivo que bien puede llevar al ser humano a tener a un nuevo amo: el individuo cibernético. Y ahí será entonces cuando aparezca un nuevo esclavizador, y de sus cadenas resultará muy difícil de escapar, pues es muy probable que este no conozca la piedad, ya que su creador, desposeído de ella, no se la habrá dejado en sus algoritmos de funcionamiento, con lo que lo abyecto de sus cadenas no tendrá límite alguno. El Leviatán, ese ser policéfalo del...
● Una gomela tímida Hace más de media hora me encuentro estacionado a la orilla de la vía que conduce de Bogotá a Villa de Leiva, en la población de Sutamarchan. Un grupo de 26 estudiantes de entre 18 y 19 años y dos profesores van camino al Museo Paleontológico y han parado en esta población a desayunar. Decidieron que querían probar la picada sutamarcheña; palabra utilizada por uno de los cuatro jóvenes que hablan animadamente en la parte posterior del vehículo. No se interesaron en acompañar a los demás. Se trata de dos muchachas, gomelas «fresas en otras latitudes», y un par de zoquetes algo atrevidos. No quisieron disfrutar del fruto de la tierra boyacense y andan comiendo hamburguesas con Coca Cola, en medio de un diálogo muy interesante y al que no le dejo de parar oreja. ...
Diez Años El tiempo inexorable pasa por la piel Por la mente cubre de bruma el pasado Idílico momento cuando al otro lado En la calle al frente, una sonrisa suelta Ladina y llena de promesas futuras Cuán lejos y poco parece este tiempo Nuevas emociones, nuevas vivencias Alegrías, placeres olvidados en las sombras Que ese día rebrotaron con ilusión y esperanza El amor no tardó en aparecer, en surgir Estaba la semilla lista a germinar en el corazón Que en anhelos de noches infinitas esperó Al cielo imploraba ocupar, un nido en algún lugar Al verte en la otra acera, una tarde de diciembre Los ojos no vieron nada más, en medio de la jungla Hoy después del tiempo, valoro ese instante Marcó con tiza imborrable el destino de mi corazón Las palabras, no dicen lo suficiente, egoístas musas Que atropellan la razón lo que el corazón quiere decir Te agradezco todo el amor que en esa son...
Sin sentimiento Mi alma gime desde un tiempo perdido En el horizonte de mis recuerdos Mi corazón destila lágrimas salobres Mis mejillas ya no tienen su color Tu recuerdo, este amor en ciernes Se quedó en semilla seca, inútil El amor así cercena de un tajo El futuro, se desconfía, se odia El amor así no es eterno, es perro viejo Que echado en el lodo no siente No sabe que ese olor es su propia muerte El amor marchito, sin conocer la luz Solo oprime cual tamizo, exprimiendo Arrugado y desabrido sabor de labios jaz 09-01-2017 http://hablemosinpena.blogspot.com.co/
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