Una tarea de vida (3)

De mi relación con EL

Diría que siempre estuvo ahí, en mi mente por supuesto, que nunca olvide su existencia, que siempre mi mente ¨ Dialogo ¨ con El, a pesar de que en ocasiones llegase a pensar que solo es un invento humano para justificar nuestra propia existencia, igual por ningún lado se termina concluyendo que tal afirmación tenga peso solido, el ateísmo es solo un escape momentáneo a su presencia, pues al final el solo ser ateo, termina por darle forma y fondo a su existencia, pues no podemos negar la existencia de algo de lo que precisamente estamos hablando, si Dios no existiera no tendríamos porque hablar de Él, El ateo termina sus días encomendándose a su mano, pues sabe que de lo contrario su existencia solo fue una planta que aquí queda convertida en abono para esta misma tierra y desconociendo su esencia de haber vivido.

No ha sido fácil, de peleas diarias como siempre me lo dije, de preguntas infinitas, de reproches largos, de porqués nacidos del dolor, la angustia, la desesperanza, igual siempre en su búsqueda, siempre esperando oírle, esperando una respuesta directa, una señal inconfundible que era de Él, pero así no fue, sus respuestas siempre fueron a través de los resultados de mis actos y de un destino que siempre me ha parecido insalvable y rígido, del cual no he escapado.

No me quejo hoy, años atrás si, era un mar de quejas, lamentos, lloros y demás, para comprender hoy que igual sin todo eso, mi vida está marcada por sus designios y solo soy una oveja rebelde que pretende hacer de su voluntad su reino, y queda demostrado que no fue, no es ni será ese mi camino.

Siempre lo tengo presente, siempre está en mi mente y quisiera que más en mi corazón, pues es allí donde lograría mis propósitos, seria allí donde quedaría libre de tanto prejuicio que mi mente tiene, tanta información que nubla su presencia en mí, sé que está ahí, sé que cuando oro o converso  con El, sé que no es un dialogo de uno, sé que no contesta desde lo humano, sus tiempos no son los nuestros, y no me da lo que le pido tal cual, hasta ahora he obtenido mucho de lo que le he pedido, solo que mi ansiedad, inconformismo y terquedad no aprecia bien los dones recibidos.

Estas líneas recorren el camino de mi vida, no sé si a todos los seres humanos les pase, pero los años son una escuela inexorable, que cada uno aprende a su ritmo y a su real saber y entender, hoy a los tantos años recorridos, lo que hasta este momento llamo Fe, se fortalece en el escepticismo.

No como una negación de todo, sino más bien como un cedazo que a través del estudio, la lectura y la observación, no traga entero, saca conclusiones.

Dios, la luz creadora de todo cuanto existe impregna todo, somos un haz de su luz y por lo tanto tenemos comunicación directa con él, no necesitamos intermediarios en este mundo.

Jesús merece un capítulo especial y espero sea en su momento, por ahora diré que Él es fuente de sabiduría, fuente de inspiración, fuente de enseñanzas. Hijo de la luz creadora, luz resplandeciente que ningún humano posee mientras vive.