● El bebe
● El bebe I —¿Me pregunta cómo fue que su hija termino conmigo, mi señora? — Sí. ¿Y cómo fue que un tunante como usted se llevó a mi hija de mi lado? — No debería preocuparle mi señora el que un tunante como yo se la llevara, cualquiera se la podría haber llevado. Un doctor o un ladrón, eso no hace la diferencia. — ¿Cómo qué no? ¡Aprovechado, insolente! Un doctor me le hubiese dado todo lo que ella se merece. — Ese es su problema, mi señora. Quiere para usted de lo que a ella en gracias le ha dado de sobra el universo. — Por ser su madre, el derecho me asiste. O usted cree, cretino, que las cualidades que ella tiene le vienen de una subasta en el mercado. Cree usted que me la encontré en un ...