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Mostrando entradas de diciembre, 2022

El Aleph

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  ¿Es El Aleph, ese punto de red de bites infinitos del que habla Borges o es el universo mismo, en una idea puesta en La última pregunta de Asimov? En todo caso, ese punto está en lo más profundo del cerebro de quien es capaz de crear un mundo de la nada.

Tristes querellas en la vieja quinta

    Por: Julio Ramón Ribeyro  Cuando Memo García se mudó la quinta era nueva, sus muros estaban impecablemente pintados de rosa, las enredaderas eran apenas pequeñas matas que buscaban ávidamente el espacio y las palmeras de la entrada sobrepasaban con las justas la talla de un hombre corpulento. Años más tarde el césped se amarilló, las palmeras, al crecer, dominaron la avenida con su penacho de hojas polvorientas y manadas de gatos salvajes hicieron su madriguera entre la madreselva, las campanillas y la lluvia de oro. Memo entonces había ya perdido su abundante cabello oscuro, parte de sus dientes, su andar se hizo más lento y moroso, sus hábitos de solterón más reiterativos y prácticamente rituales. Las paredes del edificio se descascararon y las rejas de madera de las casas exteriores se pudrieron y despintaron. La quinta envejeció junto con Memo, presenció nacimientos, bodas y entierros y entró en una época de decadencia que, por ello mismo, la había ...

● Un poquito de cielo

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  ● Un poquito de cielo Dibujo de Sofia Alejandra Zàrate, nieta del autor María Luisa ha pasado por el taller del señor Higuita vendiendo tinto, desde hace por lo menos un año. Tiempo durante el cual han intercambiado palabras de coquetería nada fina por parte del mecánico de frenos, incluidas unas cuantas «pedidas» —forma coloquial de solicitar un favor sexual a una mujer, por parte de mecánicos, electricistas, pintores de vehículos y sin desmedro de unas cuantas profesiones por el estilo y que tienen la misma premisa—, y por parte de la vendedora respuestas con saludos formales de buenos días, buenas tardes y, negativas con cara de espanto, a las solicitudes cada vez más frecuentes y algo pasadas de tono del señor Higuita, respuestas cargadas de amabilidad, elegancia y, no es que no dejen lugar a duda alguna sobre el rechazo absoluto del que ella lo da por enterado, solo que el señor Higuita es un hombre muy persistente. María Luisa se sabe hermosa y no duda en acicalarse de ...